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CREENCIAS

La adoración a Dios

La Iglesia De Cristo cree que es el deber primordial del hombre adorar a Dios y guardar Sus mandamientos. La adoración a Dios es la obligación inherente del hombre, porque Él nos creó, por tanto, no pertenecemos a nosotros mismos sino que a Dios (Sal. 95:6-7; 100:3).

La adoración a Dios debe llevarse a cabo en espíritu y en verdad (Juan 4:23-24). El nombre de Dios deber ser adorado―ésta es la adoración en espíritu; y debe cumplirse Su voluntad en el cielo mediante nuestra obediencia a Sus palabras―ésta es la adoración en verdad (Mat. 6:9-10; Juan 17:17).

La Iglesia De Cristo en estos últimos días, o la Iglesia Ni Cristo, en tagalo (igual que la Iglesia De Cristo del primer siglo), realiza el servicio de adoración la cual se caracteriza por los salmos y el canto de himnos, oraciones, estudio de las palabras de Dios y ofrendas (1Cor. 14:26, 15; 16:2).

En la Iglesia De Cristo se llevan a cabo las ofrendas y contribuciones como mandamiento de Dios las cuales no se deben olvidar y las cuales agradan a Dios (Heb. 13:16). Cada miembro de la Iglesia De Cristo debe dar según lo que haya decidido en el corazón, porque Dios ama al que da con alegría (2 Cor. 9:7). Las contribuciones deben prepararse con antelación para que sean voluntarias y no forzadas. Los devotos apartan y guardan cierta cantidad conforme a lo que hayan ganado o a las bendiciones que Dios les ha concedido (1 Cor. 16:1-2; Deut. 16:16-17).

Cristo mismo trata con sumo respeto las asambleas o reuniones de la Iglesia De Cristo en los servicios de adoración congregacionales, porque cada vez que la Iglesia se congrega, Él está en medio de ellos mediante Su Espíritu (Mat. 18:20; Gal. 4:6).

Los servicios de adoración congregacionales son de extrema importancia en la Iglesia De Cristo: esta es la razón, por la cual a los miembros se les prohíbe estrictamente abandonarlo. Abandonarlo intencionadamente es un grave pecado (Heb. 10:25-27).